miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Se puede ser feliz viendo a la persona que uno ama enamorada de otra? ¿Se puede amar sin ser egoísta? Amar hace bien pero a veces no alcanza, uno necesita algo más, necesita respuestas. ¿Qué somos? Esa es la pregunta del millón. ¡Tanto nos preocupamos por el qué somos! ¿Importa realmente lo que somos, o importa lo que sentimos y el amor que tenemos por el otro? ¿Qué somos? Podemos ser la ex de alguien pero eso no quiere decir que nuestro amor sea ex. Mi novio, mi ex. Lo importante no son las palabras, lo importante es otra cosa. Eso es lo que vale, el sentimiento, le pongamos nombre o no, es lo único que tiene sentido. No importa el qué somos. Importa lo que sentimos. No se qué somos, pero ¡cómo nos queremos!
Te merecés tanto y lo que te doy no es nada, pero creéme que estoy tratando de dar lo mejor, después de todo, sabés que te amo y mucho.

No pido mucho, no te pido grandes gestos, ni grandes sonrisas, no te pido mucho tiempo, ni tampoco palabras armadas ni libretos de películas, tampoco que sepas mi nombre y mi proscedencia de memoria, ni gracias interminables, ni caras únicas, ni miles de abrazos... Te pido un abrazo, una sonrisa, un segundo de tu vida y mi felicidad eterna.

Dicen que hay besos, de esos que te los dan y resucitan a un muerto.

Los besos no se piden, se roban.

No me falles, no te alejes. No te vayas, no me dejes.

Por un te quiero me la juego a morir.